Ciudad de México, 7 de agosto de 2024.- El Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) advirtió que es muy probable que las situaciones de emergencia climática continúen en las próximas semanas, tal como lo han señalado diferentes expertos en la materia, como especialistas del Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo cual consideró necesario adoptar medidas que contribuyan a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
El Director General del FIDE, Raúl Talán, sugirió como una primera aproximación, para hogares y empresas, mantener en el verano los aires acondicionados a temperaturas no menores a 23°C. Cabe señalar que, de acuerdo con un estudio de campo llevado a cabo por el FIDE, en oficinas públicas, se detectó que en su gran mayoría calibran los equipos de aire a 19°C en el verano, lo cual representa un incremento de 32% en la facturación eléctrica, referidos a equipos calibrados a 23°C.
Refirió que de acuerdo con Informes de la Organización Mundial Meteorológica (OMM), el incremento en la temperatura promedio del planeta, con respecto al inicio de la etapa industrial llegó a 1.45 °C al cierre del año 2023, por lo que, dadas las elevadas temperaturas que se han vivido en este año y las que se prevén en las próximas semanas y meses, existe la posibilidad de rebasar el límite de 1.5°C establecido en el compromiso de la Reunión de las Partes COP21 de París.
Por lo anterior, indicó que es importante insistir en la necesidad de que hogares, empresas, instituciones gubernamentales y centros de trabajo, públicos y privados, continúen y amplíen sus esfuerzos a efectos de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), que derivan de la demanda de mayores cantidades de energía para regular la temperatura en recintos cerrados.
Aseguró que uno de los equipos más consumidores de energía en hogares y empresas son los aires acondicionados, mismos que independientemente de que saturan a las redes eléctricas, propician un incremento en las emisiones de GEI.
“Ante las elevadas temperaturas del planeta se está disparando un fenómeno de retroalimentación negativa en detrimento del control del cambio climático, dado que, a mayor temperatura del ambiente, mayor demanda de equipos de aire acondicionado y con ello mayor demanda de energía eléctrica y a su vez mayor volumen de Gases de Efecto Invernadero y con ello mayor temperatura del ambiente, estableciéndose otro círculo vicioso que nos anticipan un futuro catastrófico”, dijo.
Mencionó que de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), el consumo de energía por los aires acondicionados representa alrededor del 10% de la demanda de energía eléctrica en el mundo, por lo cual es fundamental adoptar medidas para establecer límites en la temperatura de inicio de operación de dichos equipos.
Existen a nivel internacional diferentes recomendaciones para el restablecimiento de la temperatura de arranque de los equipos de aire acondicionado. El Departamento de Energía de Estados Unidos recomienda para el verano, un arranque a los 25.5°C; la Asociación Americana de Ingenieros en Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado recomienda para el caso de oficinas, temperaturas entre 24 y 26°C, según el tipo de recintos (ASHRAE Estándar 55); por su parte, la Organización Energy Star de Estados Unidos, pide que en el verano, los aires acondicionados no operen en los hogares a temperaturas inferiores a 25.5°C durante el día, subiendo dicho umbral a 27°C a la hora de dormir.
Ante ello, mencionó que, siguiendo el ejemplo de otros países, establecer un umbral adecuado para el inicio de operaciones de equipos de aire acondicionado, no sólo nos permite ahorrar energía sino también evitar daños a la salud y aumentar la productividad en los centros de trabajo, tal como lo señala un estudio publicado por la revista HVAC&R que indica que, en el verano los trabajadores de una oficina con temperaturas entre 24°C y 26°C, tuvieron mayor productividad y menos errores que sus similares que trabajaron en ambientes con temperaturas por debajo de los 21°C.